La guerra en Ucrania está marcando un antes y un después en el uso táctico y estratégico de la tecnología drónica. En los últimos días, las Fuerzas Armadas ucranianas han logrado derribar con éxito varios aviones rusos de combate, utilizando drones modificados para misiones ofensivas.
Un hecho que pone en evidencia cómo la guerra asimétrica basada en tecnología ligera y autónoma está transformando el equilibrio militar global.
Para analizar esta evolución, Alfredo Estirado, CEO de TRC, empresa tecnológica española especializada en seguridad y soluciones de defensa de alta capacidad, ha compartido su visión sobre la importancia creciente de la tecnología en la guerra moderna, en concreto de los sistemas no tripulados con el equipo de Informativos T5.
La Tecnología como Factor Clave en la Guerra Moderna
La guerra en Ucrania ha demostrado la importancia de la tecnología en la guerra moderna. Los drones, en particular, han jugado un papel crucial en el conflicto, permitiendo detectar y destruir objetivos logísticos con mayor eficacia. La capacidad de recopilar información en tiempo real y realizar ataques precisos es fundamental.
«El dron se ha convertido en una herramienta clave no solo para la vigilancia, sino también como arma directa en misiones de gran impacto. Lo relevante ya no es solo el tipo de dron, sino su conectividad, su autonomía, su carga útil y, especialmente, su inteligencia integrada para operar de forma adaptativa en entornos hostiles», señala Estirado
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El Papel de los Drones en la Guerra
Los drones han revolucionado la forma en que se libran las guerras. Su capacidad para volar sobre el terreno enemigo y recopilar información sin ser detectados es fundamental en tales entornos. Además, los drones permiten realizar ataques precisos y minimizar el riesgo de bajas.
“La tecnología drónica ya no se limita a ataques a baja escala, sino que comienza a alterar el dominio aéreo tradicional.”
La guerra en Ucrania ha destacado la importancia de la seguridad en la guerra moderna. La capacidad de proteger la información y los sistemas de comunicación es fundamental para evitar que el enemigo obtenga una ventaja. La seguridad cibernética y la protección de la información son aspectos críticos que deben ser considerados en cualquier estrategia militar.
Estirado destaca que este tipo de ofensivas demuestran cómo una inversión relativamente baja en tecnología bien aplicada puede poner en jaque sistemas militares de altísimo coste, acelerando la transformación de la doctrina de combate. “El coste-beneficio del uso de drones es una ventaja disruptiva. Un dron de pocos miles de euros puede neutralizar objetivos de millones. Eso obliga a repensar los sistemas de defensa aérea, inteligencia y contraataque”, apunta el CEO de TRC.
Además, desde su experiencia en inteligencia artificial aplicada a defensa, remarca que muchos de estos drones integran algoritmos de navegación autónoma, reconocimiento de objetivos y evasión de interferencias, lo que eleva la complejidad de la defensa ante amenazas no tripuladas.
TRC lleva años trabajando en el desarrollo de tecnología nacional orientada a la detección, neutralización y gestión de amenazas RPAS, tanto en entornos militares como en la protección de infraestructuras críticas. En este contexto, la tecnología antidron está siendo un laboratorio en tiempo real de los nuevos escenarios híbridos, donde la ciberseguridad, la guerra electrónica y los sistemas autónomos convergen.
“Los drones han dejado de ser herramientas de apoyo. Hoy son parte del sistema de armas, y su uso inteligente marcará el futuro de la seguridad y la defensa”, concluye Estirado.
La guerra en Ucrania ha demostrado la importancia de la tecnología y la seguridad en la guerra moderna. Los drones juegan un papel crucial en los conflictos bélicos, y su uso continuará siendo fundamental en futuras guerras. La seguridad cibernética y la protección de la información son aspectos críticos que deben ser considerados en cualquier estrategia militar.
Sobre TRC
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Con más de 300 expertos y un crecimiento sostenido en todo el territorio nacional donde opera, TRC está reforzando sus equipos en las sedes ya establecidas y expandiéndose con nuevas oficinas en territorio nacional.
Con un crecimiento sólido y un plan de expansión en marcha, TRC superó los 100 millones de euros en ventas en 2024, consolidándose como una de las grandes empresas tecnológicas nacionales y la única empresa privada con capital 100% español capaz de competir y liderar en un mercado global.