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Marina Galán

CTI Service Manager Ciberseguridad

Marina Galán

El talón de aquiles del IoT: fragmentación y dependencia tecnológica

El ecosistema IoT actual se enfrenta a un doble reto: la fragmentación y la dependencia tecnológica. Millones de dispositivos de distintos fabricantes, con protocolos incompatibles y niveles de seguridad dispares, generan un entorno heterogéneo donde la falta de visibilidad, control y capacidad de respuesta ante amenazas, dificultan proteger los entornos críticos.

A ello se suma una fuerte dependencia de tecnologías y proveedores externos, lo que pone en riesgo la soberanía sobre los datos y los procesos críticos.

La respuesta es clara: la seguridad nacional no puede depender de terceros.

Por eso, desde TRC apostamos por el desarrollo de tecnología soberana, diseñada y fabricada en España, capaz de proteger infraestructuras críticas “desde dentro”. Soluciones que estrategias avanzadas como la ciberinteligencia, análisis de comportamiento y respuesta automatizada, que aportan una verdadera seguridad integral y que ya se están desplegando en ámbitos tan variopintos como las fronteras, la sanidad pública y los entornos rurales conectados.

La visibilidad y el control, desde el diseño y la soberanía tecnológica, son la brújula para liderar el futuro con confianza

Del control a la anticipación:

El nuevo paradigma en seguridad IoT

La evolución del IoT ha demostrado que las soluciones aisladas ya no son suficientes. El futuro pasa por sistemas integrados e inteligentes, donde convergen la detección avanzada, la ciberinteligencia y la automatización de la respuesta.

Entre los enfoques más prometedores destacan:

  • Plataformas XDR e IoT basadas en inteligencia artificial, capaces de analizar tráfico masivo y detectar anomalías de comportamiento.
  • Arquitecturas Zero Trust adaptadas al IoT, donde cada dispositivo debe autenticarse y validarse de forma continua.
  • Integración de ciberinteligencia que anticipan amenazas antes de su impacto real.
  • Automatización de la respuesta en los SOCs, reduciendo drásticamente el tiempo entre la detección y la contención.

Este enfoque integral, basado en la anticipación, está redefiniendo la resiliencia y fortaleciendo la protección de dispositivos y redes IoT frente amenazas cada vez más sofisticadas, en sectores donde la seguridad no admite margen de error.

No se puede proteger lo que no se conoce, y en IoT, la seguridad no es un destino, es un compromiso continuo

Soberanía Tecnológica: La innovación de TRC se materializa en soluciones concretas. Uno de los proyectos más destacados es SINHA, una iniciativa desarrollada junto a INCIBE para el sector sanitario.

Este sistema integra inteligencia de amenazas, modelos de IA e inferencia y aceleración de hardware para mejorar la predicción y respuesta ante ataques en entornos sanitarios.

En paralelo, nuestra compañía también impulsa soluciones propias en Defensa, donde despliega sistemas IoT soberanos para garantizar la seguridad de la información más sensible, en entornos operativos complejos.

Proyectos que demuestran que la soberanía tecnológica no es una aspiración, sino una capacidad real y escalable que ya protege infraestructuras estratégicas.

Hacia una normativa más dinámica y flexible:

El equilibrio necesario para la soberanía

El entorno actual exige que los estándares evolucionen hacia modelos más adaptativos, capaces de ajustarse a técnicas cada vez más sofisticadas por parte de los actores de amenazas, ciclos de actualización cortos, y aplicables a entornos híbridos.

La ciberseguridad no puede basarse solo en certificaciones puntuales, únicas y repetibles en el tiempo, sino en verificaciones reales y continuas que garanticen el control sobre las medidas de seguridad.

La fortaleza es que los estándares como ETSI e IEC aportan algo esencial y es un lenguaje común, estándar a la hora de establecer unos requisitos mínimos claros, que facilitan que las organizaciones puedan adoptar buenas prácticas, tener unas guías de referencia y la base mínima de conocimientos que les ayude a fortalecer aún más la ciberresiliencia. 

La verdadera ciberresiliencia no se logra corrigiendo, sino adaptando la normativa a la velocidad del cambio tecnológico.

Mirando al futuro:

Concienciación, IA y estándares adaptativos

El futuro del IoT estará marcado por tres grandes vectores:

  • Concienciación y cultura de seguridad, reforzando el factor humano como primera línea de defensa.
  • Automatización e inteligencia artificial, como herramientas clave para detectar y responder de forma más ágil y precisa.
  • Estándares Estándares adaptativos, capaces de adaptarse al entorno IoT cada vez más complejo., que garanticen una resiliencia continua en un entorno híbrido IT/OT/IoT.

Porque porque cuando la seguridad es una prioridad, tener un compromiso constante con soluciones integrales, adaptativas y soberanas no es un lujo, es una ventaja competitiva para garantizar la confianza digital.

  

Marina Galán

CTI Service Manager Ciberseguridad